Unidad de hombro

La fisioterapia juega un papel fundamental en el tratamiento de las patologías de hombro, ya que contribuye a la recuperación, prevención y mejora de la función articular. Su importancia radica en varios aspectos clave:
1. Alivio del dolor
La fisioterapia emplea técnicas como la terapia manual, ejercicio terapéutico y crioterapia para reducir el dolor y la inflamación en patologías como tendinopatías, bursitis o síndrome del manguito rotador.
2. Recuperación de la movilidad
Las lesiones de hombro suelen generar rigidez y limitación del movimiento. Ejercicios de movilidad, estiramientos y terapia manual ayudan a restaurar la amplitud articular.
3. Fortalecimiento muscular
El fortalecimiento de los músculos del hombro y la escápula mejora la estabilidad articular y previene recaídas. Programas de ejercicios progresivos ayudan a recuperar la fuerza perdida.
4. Prevención de lesiones
El entrenamiento de la postura, ergonomía y técnicas de movimiento adecuadas reduce el riesgo de lesiones futuras, especialmente en deportistas y personas con sobrecarga en el hombro.
5. Rehabilitación postquirúrgica
Tras cirugías como la reparación del manguito rotador o la artroplastia de hombro, la fisioterapia es clave para una recuperación óptima, guiando la reintegración funcional de la articulación.
6. Mejora de la calidad de vida
Al recuperar la movilidad y reducir el dolor, los pacientes pueden retomar sus actividades diarias, laborales y deportivas sin limitaciones.
En conclusión, la fisioterapia es esencial en el manejo de las patologías de hombro, asegurando una recuperación efectiva y evitando la cronificación del problema.